Kumari

La verdad es que fumando un cigarro, en el lavadero del hogar, pensando en el cotidiano y mirándome los zapatos me encontré que papel embarrado que traía consigo una imagen perturbadora.

Sorpresa! Era la diosa Kumari. En un reportaje de la revista del domingo (no alcanzaba a ser reportaje, pero eran de estas cortesías que acompañan al índice de la subscripción)

“Diosa hasta que crezca

Ella es Preeti Shakya, vive en Katmandú y en septiembre cumplirá nueve años. Pro también es Kumasi, una diosa viviente de acuerdo a las creencias hinduistas de Nepal. Kumasi significa “virgen” en nepalés y es el nombre que recibe la encarnación de la diosa Taleju Bhawabi. En Nepal hay varias Kumasi, pero la más importante es la Kumari real. Y Preetyi Shakya es Kumari real, o sea, venerada incluso por el rey del país.

Para ser kumari hay que pasar por un estricto proceso de selección. En primer lugar, hay que pertenecer a la casta de orfebres y joyeros: los shakya. En segundo lugar, la candidata no puede haber sufrido jamás una herida y aún debe tener todos sus dientes de leche.

Si cumple con esos requisitos, la niña es examinada de acuerdo a los battis lakshanas o “32 perfecciones” de una divinidad. Y luego vienen otras pruebas que sería largo de enumerar. El punto es que Preeti Shakya será diosa solo hasta su primera menstruación, a menos que antes de eso sufra una herida que la haga sangrar. En tal caso, la diosa Taleju abandonará su cuerpo y los nepaleses buscarán una nueva Kumari.”

Solo dejo la fotografía de esa mujer como diosa y también como niña, las impresiones por haber resultan pertenecientes a cada portador de sus juicios personales, su carga cultural y estrategias urbanas , intelectuales a la deriva y/o donde tengan lugar.