Para quien haya pasado por estas tierras y haya experimentado la presencia del cotidiano por sus andares podrá dar fe de una experiencia que para un Latino tipo, e insisto en la parte del “latino tipo”: como compendio de lenguas romances derivadas del latín , masterizados por otros, colonizados por aquellos, y reconstruidos desde la independencia y revaloración dede su self.
Me pregunto cual es la parte que la cidade maravillosa no comparte:
¿La lengua o el romance?
Y es que de andares entre “aulas”, “botecos”, “caminadhas”, “Zonas nortes, sures, centros” y consonantes varias escucho una y otras vez el mismo baile: “ustedes los latinos”. No vale por ofensa - para esta latina tipo- , no sale por defensa a la retórica con que juega el pueblo brasilero cada vez que fala “ustedes los latinos”, “nosotros tenemos los mismo problemas que ustedes”, mas no se puede hacer oídos sordos de aquella frase que desde la mas sincera sensibilidad hace un poco de ruido y tanto ruido que irrita así también la sensibilidad de otros compañeros mundistas, una sensibilidad del tipo regional alternativo.
Son prejuicios , de aquellos con que cuenta en esencia nuestra comunidad latina para mirar el mundo de buenas a primeras, son contingencias absorbidas por un posicionamiento arbitrario de su nacionalismo, son contradicciones aprendidas de insumos educacionales accidentados – me remonto al mapa de Latinoamérica averiado de hace algunas semanas-, son caprichos, temor aprehendido, defensiva inculcada.
Cuales sean los motivos de esta división geopolítica inexistente, proclamada y trazada desde el lenguaje y un léxico adverso a la diversidad, hemos de levantar nuestros mentones… queridos anfitriones de tan bella república… Ustedes (con la excepción pertienente), queridos Latinos que NO habrán sido los primero en declamar “ustedes los latinos”.
“No hay doctrina que no vaya,
Y no hay pueblo que no se haya
Creido el pueblo elegido”
J.D
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